60 | Billetes Españoles

100 Pesetas. 11 de Marzo 1938. Prueba de color del No Emitido y Numeración 0,000,000. (Edifil 2023: NE32Ma, Pick: 90cts). Extremadamente raro, muy pocos ejemplares conocidos, sin duda uno de los billetes más raros del billetario español y sin duda uno de los billetes más icónicos. EBC++. Encapsulado PMG58 (printer's annotation).

La intensa inflación producida dentro del territorio controlado por el gobierno de la República, cuyos orígenes pueden deberse a muchos factores, tanto productivos como de la propia evolución de la guerra, así como por decisiones en el terreno económico, provocó una necesidad acuciante de producir más y más dinero para mantener la masa monetaria requerida para el funcionamiento de la economía. De ese modo, a pesar de los pedidos a la Bradbury, el Banco de España decidió involucrar a Thomas de la Rue desde el comienzo de la guerra. En 1937 entablarían negociaciones con ellos para producir un nuevo billete de 100 pesetas.

El proceso de fabricación de la imprenta inglesa fue bastante más lento de lo que otros competidores ponían en juego. Dado que un ejemplar está fechado en 1 de Julio de 1937, es de presuponer que esa fue la fecha del contrato, ya que era una práctica común usarla en los billetes. Conocemos una prueba con los colores adoptados y una anotación de 18 de Febrero de 1938. En ese ejemplar todavía pone Madrid, 1 de Julio de 1937, y se muestra la firma del interventor Adolfo Castaño. A modo de respuesta de esa prueba, se conserva otro ejemplar donde el Banco de España corrigió la firma, para indicar que debía ser la de Antonio Victoriano Martín, que el lugar de emisión debía ser Barcelona y la fecha 11 de Marzo de 1938. Suponemos que esta contestación se enviaría entre finales de Febrero y principios de Marzo de ese mismo año. Posteriormente se tiene constancia de una prueba con las correcciones ejecutadas y fechada a mano el 14 de Abril de 1938. Un par de meses más tarde, el 21 de Junio de 1938, el Consejo del Banco de España aprobó el espécimen que les enviaba Thomas de la Rue.

Aparte de estas pruebas, muestras y billetes de aprobación, encontramos otros ejemplares de gran interés para entender el proceso y los tiempos empleados. Existen unas cuantas pruebas de color de este billete, todas alternativas a la combinación finalmente elegidas y que cuentan con varias características notables. Primero de todo, tienen una anotación en la parte inferior derecha que con una numeración que va desde el D701 al D713. Por otra parte, cuentan ya con las correcciones de la firma del interventor y el lugar de emisión. Sin embargo, todas tienen en común otros dos aspectos sorprendentes: todas tienen tonos naranjas o marrones en su anverso, muy diferentes a los colores definitivos, y a todas le falta la fecha de emisión, presentando en su lugar un hueco en blanco, ligeramente diferente en cada muestra, lo que parece indicar, junto con otras pistas, que fue borrado tras la impresión. ¿Cuál era el objetivo de estas pruebas de color? ¿Cuándo se produjeron y por qué no llevaban fecha de emisión?

Resulta difícil fechar este tipo de pruebas, pues el hecho de corregir firma y lugar de emisión debería indicar que son posteriores a la contestación del Banco de España de Marzo de 1938. Sin embargo, no muestran la fecha de emisión a pesar de que venía ya indicada en el billete de respuesta. ¿Por qué? Quizá la contestación vino acompañada o seguida de una carta donde indicaban que tendrían que confirmar ese aspecto. O quizá la imprenta se olvidó de corregir ese punto y prefirió enviar las pruebas con esa parte borrada. Pero, en cualquier caso, ¿para qué enviar muestras de diferentes combinaciones de colores cuando ya estaban trabajando con una que fue la definitiva? A esto cabría responder que a lo mejor la imprenta operaba sobre un modelo para confirmar el diseño y luego proponía alternativas, lo cual concuerda con lo que sabemos de sus flujos de trabajo. Es de suponer que alguno de los modelos enviados que no conocemos (de los números citados tenemos imágenes de seis pruebas) fuera la misma que los colores definitivos. El caso es que al Banco de España no le gustaron demasiado estas alternativas y optó por continuar con los colores originales. Siendo todo así, cabría fechar todas estas pruebas, únicas por otra parte, a finales de Marzo de 1938.