100 Pesetas. 18 de Julio de 1937. Prueba de color de anverso y reverso (adheridas entre sí) del No Emitido y Numeración 0,000,227 (póstuma como es habitual). (Edifil 2021: NE42P, Pick: 106C). Extremadamente raro, muy pocos ejemplares conocidos, sin duda uno de los billetes más raros del billetario español, coincide con el fotografiado en el catálogo Filabo y con el vendido en la subasta de Caja Madrid. SC.
En 1937, transcurrido un año de guerra civil, el bando franquista decidió que ya era hora de producir unos billetes más elaborados que los simples litográficos de noviembre de 1936. Para ello se dirigieron a la empresa italiana C&C Banconote, que, a pesar de no tener experiencia en la producción de billetes de banco, aceptó el encargo, aunque supusiera tener que aprender una técnica nueva de impresión, la calcografía.
El encargo suponía la fabricación de millones de billetes en las denominaciones clásicas españolas: 25, 50, 100, 500 y 1.000 pesetas. Tras haber homenajeado a las ciudades que se levantaron a favor de los rebeldes, la idea era recurrir a una temática bastante recurrente: las gestas nacionales. De tal manera, el billete de 25 pesetas se dedicaría a la Conquista de América (Colón, carabelas y Martín Alonso Pinzón), el de 50 pesetas a la Reconquista (Alfonso VIII, batalla de Navas de Tolosa y estandarte árabe), el de 100 pesetas a la Guerra de Independencia (General Castaños, batalla de Bailén y escudo de armas), el de 500 pesetas a la Guerra contra los Turcos (Juan de Austria, batalla de Lepanto y Álvaro de Bazán) y el de 1.000 pesetas a la Guerra por el Ducado de Milán contra los Valois (Carlos V, batalla de Pavía e Isabel de Portugal).
Tras lo sucedido por el escándalo de la filtración de billetes robados (de 25 y 1.000 pesetas) en Bilbao, Hendaya y Tetuán, el Banco de España decidió destruir los billetes que ya se habían recibido. Dicha quema tuvo lugar, según se cuenta, en la sucursal de Soria (a pesar de que tenemos constancia de que había billetes en Sevilla, cosa curiosa). Se destruyeron de tal modo un millón de billetes de 1.000 pesetas, once millones de 100 pesetas y ocho millones de 25 pesetas, es decir, 2.300 millones de pesetas en billetes, con un coste superior a 6’5 millones de liras italianas.
Cuenta la historia que un billete de 100 pesetas se salvó de la quema al salir volando casi íntegro y que fue rescatado por un pastor local. Ese billete nos permite determinar la combinación de colores que finalmente fue elegida, azul Prusia para el anverso, con el escudo en verde claro, y púrpura para el reverso. Sin embargo, el billete que aquí se ofrece en subasta presenta una combinación muy diferente, marrón rojizo con escudo azul. Está identificado como 000227. Es la única muestra de color diferente que se conserva. Hay otra en los colores adoptados marcada como S 0210. Resulta casi innecesario decir que es un ejemplar único y de extraordinario atractivo digno de las mejores colecciones.