REYES DE MACEDONIA, Alejandro III el Grande. Estátera. (Au. 8,60g/18mm). 336-323 a.C. Ceca de Macedonia. (SNG Copenhagen 622). Anv: Cabeza de Atenas con casco ateneo a derecha. Rev: Nike estante a izquierda portando corona de laurel, delante tridente hacia abajo, detrás leyenda griega. EBC. Precioso ejemplar, muy raro así.
Pocas veces un reinado tan breve tuvo repercusiones, de toda índole, tan importantes y perdurables en el tiempo como el de Alejandro Magno. Una de ellas es la que se refiere al sistema monetario y a la enorme influencia que tuvo en los siglos posteriores pues, no en vano, continuó acuñándose moneda a su nombre hasta varias décadas después. A modo general podemos decir que los tipos más comunes acuñados por Alejandro fueron las estáteras en oro, los tetradracmas y dracmas en plata y unidades menores de bronce (AE). Referente a la iconografía de las piezas áureas, la inclusión de Atenea en los anversos de estas monedas trata de buscar el reconocimiento de todos los pueblos helenos frente al gran enemigo común: los Persas. En un primer momento, se siguen utilizando los talleres de acuñación de moneda ya existentes en Egas (para acuñar principalmente el oro), Pella y Amfípolis, siendo esta última ceca la más importante no sólo del reino, sino también del imperio. A medida que éste se expande la necesidad de contar con nuevas cecas se hace patente. Quizás la más destacada sea la creación de la de Tarsos. En realidad esta ceca no es nueva, ya había sido un importante centro de acuñación bajo el control de los diferentes sátrapas persas, por lo que ya existía una adecuada infraestructura que posibilitó la producción de monedas en los tres metales. Cecas como Ake, Damasco, Sidón o Miletos, entre otras, se incorporarían posteriormente a la producción monetaria del imperio.