5000 Pesetas. 11 de Junio de 1938. Numeración 0.000.000 y taladrado CANCELLED sobre el espacio destinado a la firma del cajero, al dorso prueba de control 0.000.001 hasta 2.000.000. (Edifil 2017: NE35NPf, Pick: 92 ). Extraordinariamente raro y muy espectacular, se conoce otro ejemplar de las mismas características procedente también de los archivos de Bradbury, en total no se conocen más de diez ejemplares y todos ellos en las fases previas a la emisión definitiva que nunca llegó a imprimirse, sin duda estamos ante el billete más icónico del siglo XX junto al de "La Dama de Elche", pero este último no tan raro como el "Fortuny". SC-. (a título informativo reseñamos que este ejemplar que procede del archivo Bradbury presenta la invisible marca de su montaje como la mayoría de billetes procedentes de archivo).
El primer intento de emitir un billete de un valor por encima del límite legal de 1000 pesetas data de 1938, durante la Guerra Civil Española, en territorio republicano. La necesidad de poner en circulación denominaciones altas fue cubriéndose mediante la puesta en emisión de los billetes de 500 y 1000 pesetas de 1928, así como las 500 pesetas de 1935 de Hernán Cortés. Sin embargo, la descontrolada inflación republicana exigía mover el listón hasta valores nunca vistos. Es por ello que el Banco de España, trasladado ya a Barcelona, encargó en Abril de 1938 la fabricación de un billete de 5000 pesetas a la casa inglesa Bradbury, Wilkinson and Cº, con la que España venía trabajando desde 1906.
El anverso de ese billete muestra un retrato del genial pintor catalán de estilo orientalista, Mariano Fortuny, pintado por él mismo hacia 1873, poco antes de morir. El reverso del billete reproduce el cuadro “La Vicaría”, pintado en 1870 por el propio Fortuny y cuyo grabado en el billete debemos al británico Edward T. Dawson.
Este ejemplar de 5000 pesetas de 1938 que mostramos procede directamente del archivo de la casa inglesa Bradbury, Wilkinson and Cº, donde servía como referencia y control. Sólo se conocen dos ejemplares de archivo de este billete de la Bradbury, Wilkinson and Cº. Existen otros ejemplares de muestra, sin numeración, con sello rojo y con firmas (no llegan a media docena) y al menos uno que es, probablemente, una muestra intermedia sin sello, sin firmas y sin lugar y fecha de emisión, todos ellos con taladros de cancelación.
Los billetes de registro presentan anotaciones manuscritas (en esas fechas en tinta azul) que indican el número de pedido (36387) y la fecha del mismo (28 de Mayo de 1938). Asimismo, se recoge en el margen superior una muestra de tipografía (12,345), un rasgo característico de la Bradbury que comenzó a indicar en sus billetes de archivo desde mediados de 1928. Otro aspecto singular de este ejemplar que presentamos, y que comparte con otros especímenes, es la cancelación de la firma del cajero, para asegurarse que no se podía poner en circulación. Pero en este caso, a diferencia del resto de ejemplares conocidos de este rarísimo billete, esto se realiza mediante taladro de puntos con la leyenda CANCELLED. Además, este billete de registro, muestra la posición, color y tipografía de los números de serie que hubiera lucido el billete final, otro elemento diferenciador de las otras muestras conocidas.
El billete de Mariano Fortuny no llegó a circular dadas las fechas que se manejaron. El pedido se puso en la imprenta en Mayo de 1938, como podemos comprobar en las anotaciones de este ejemplar de registro, pero las pruebas de selección de colores por capas están fechadas el 9 de Septiembre de 1938, cuando la guerra estaba ya decantada hacia el Bando Nacional. Dado que la Bradbury, en esta época, tardaba típicamente unos seis meses en terminar un diseño y producir los primeros ejemplares, cabe especular que hacia Octubre o Noviembre como muy tarde, la casa inglesa hubiera estado en disposición de comenzar a distribuir los primeros paquetes de estos billetes. No hacerlo debió ser por la cancelación del pedido, un aspecto en particular del que no tenemos todavía material suficiente de estudio.
Agradecemos a Jose Antonio Castellanos Vargas su colaboración en la contextualización histórica de esta extraordinaria e histórica pieza de la notafilia española.