ATTICA, Atenas. Tetradracma. (Ar. 17,03g/21mm). 500-480 a.C. (HGC 4, 1590). Tipo arcaico. MBC+. Rarísimo ejemplar con este tipo de acuñación.
Pocas monedas podemos encontrar más emblemáticas a lo largo de la historia que este Tetradracma o estatera de plata ateniense con la efigie de la diosa Atenea en el reverso, y el mochuelo y la ramita de olivo en el reverso de la misma. Y es que la moneda, como tal, no sólo comenzaba por estas fechas a ser un extraordinario elemento dinamizador de la economía, propiciando los intercambios y el comercio, sino también se convirtió en causante de cambios sociales de gran calado así como un símbolo de prestigio político y propagandístico de estas ciudades e indirectamente de sus gobernantes.
Las primeras monedas atenienses del mochuelo y de Atenea (no sólo en tetradracmas, también en decadracmas, dracmas y subfracciones) reemplazaron a otras monedas más antiguas allá por la última década del siglo VI a.C ( la producción de este tipo de moneda se mantuvo hasta el siglo II. a.C.). Para su acuñación se utilizó la plata de las minas atenienseses de Tracia, en la desembocadura del río Estrimón. Respecto a su diseño y peso, éstos se mantuvieron homogéneos durante mucho tiempo y sólo la tipología del mochuelo variaría según la clase de moneda: de frente y con las alas desplegadas en los decadracmas, con el cuerpo de frente y alas plegadas en el hemidracma mientras que por último, en dracmas y tetradracmas, la figura del mochuelo aparecerá siempre mucho más recatada y convencional: con el cuerpo en medio perfil y la cabeza de frente, siguiendo la frontalidad típica de la iconografía antigua en la representación de animales en dos dimensiones.
La moneda que aquí presentamos corresponde a lo que se ha denominado serie B1 (500-480 a.C). Es la segunda serie tras una primera serie más arcaica, y se caracteriza porque el mochuelo y el rostro (el ojo) de la diosa conservan todavía ciertos rasgos estilizados del modelo arcaico.