1 Peseta. (1937ca). Prueba de Impresión (anverso). (Edifil 2020: 425). Espectacular prueba de artista, de técnica mixta impresión-collage, pieza única.
El problema de la falta de fraccionario una vez estallada la Guerra Civil afectó a ambos bandos, aunque de manera desigual. La escasez de moneda divisionaria en los territorios controlados por el ejército sublevado no se hizo ostensible durante las primeras etapas de la contienda. De manera inicial, el gobierno de Franco ordenó la fabricación de billetes de 5 y 10 pesetas en el otoño de 1936, pero no sería hasta meses después cuando se decidió a apostar por los billetes divisionarios para denominaciones inferiores. Para ello tuvo que recurrir a imprentas situadas en territorios afines a su causa, Alemania e Italia. Mientras que la emisión de Noviembre de 1936 se entregó a Giesecke & Devrient, de Leipzig, quienes también proporcionaron el papel para esos primeros billetes divisionarios de la misma fecha, el primer aniversario del alzamiento llevó a Franco a contactar con una imprenta italiana, Coen & Cartevalori, cuya oferta era más barata que la alemana. Ese primer encargo, firmado el 1 de Agosto de 1937, fue un fracaso absoluto y llevó a una perpetua pelea entre el gobierno franquista y la casa milanesa, sobre la que puede leerse en la Enciclopedia de la Notafilia y Escripofilia Española, Volúmenes 3 y 4.
Dado que el precio era atractivo y todavía no había habido desencuentros, un mes después, firmaron otro nuevo contrato para la fabricación de billetes divisionarios, de 1 y 2 pesetas, con fecha de emisión elegida de manera intencionada en el 12 de Octubre. Dado que en aquellos momentos no se había fijado aún ninguna simbología propia franquista, se optó por recurrir a elementos tradicionalistas, empezando por la fecha y siguiendo por el escudo de Carlos III, rey de insigne memoria y bajo cuyo reinado se fundó el Banco Nacional de San Carlos.
La preciosa prueba que aquí se ofrece es un trabajo de excepcional calidad. Se trata de un boceto elaborado con gran detalle mediante técnica de delineación, aguada y collage para los trabajos de torno mecánico, sobre una cartulina muy gruesa adherida a otro soporte de aún mayor grosor. El tamaño del diseño, 12´2 cm x 9 cm, es bastante superior al que resultaría finalmente impreso, pero con una gran cantidad de detalles que lo engarzan con la emisión de 1 Peseta de 12 de Octubre de 1937: lo primero de todo el color principal, idéntico al finalmente impreso, también vemos el escudo, muy similar, pero situado en el centro (en el definitivo se altera el tamaño de la orden del Toisón de Oro), la tipografía del número 1 es idéntica a la utilizada en el diseño final, la cartela del nombre del banco es de la misma tipografía y con el mismo estilo exterior, aunque, por razones de diseño, se presenta dividida, los adornos guilloche de la orla exterior son los mismos que se usaron después, si bien se modificaron las esquinas. Resulta llamativo el uso de los rosetones guilloche previstos para los fondos, aspecto que se desechó por completo. Igualmente curiosa es la presencia de dos erratas lingüísticas en la denominación en letra, la posición del acento en “pagará” y una misteriosa letra "P" situada a la derecha del escudo. Podría sospecharse que esa "P" fuera la firma del diseñador o quizá un guiño a la palabra “peseta”. Lo que sí es seguro es que su extraña posición y equívoco significado llevaron a que no apareciera en los diseños finales.
El ejemplar no está fechado ni firmado, lo cual es una auténtica lástima, aunque está claro que, por limitaciones temporales, sólo pudo haberse realizado en Septiembre de 1937. Presenta algunas manchas sin importancia, se trata de un documento único de extraordinaria belleza e importancia notafílica digno de un museo.
Agradecemos a Jose Antonio Castellanos Vargas su colaboración en la contextualización histórica de esta extraordinaria e histórica pieza de la notafilia española.